Son uno de los sistemas de proximidad más utilizados en piscinas, gimnasios, resorts, parques de agua, centros de ocio, deportivos, colegios y todo tipo de recintos. Las pulseras de silicona sustituyen a las tarjetas de proximidad, y el principal motivo de su uso cada vez mayor es la comodidad en el acceso.
Podemos salir de casa con la pulsera puesta y no hace falta que nos la quitemos hasta que volvamos, llevándola tanto en las duchas como dentro de la piscina, por lo que es más difícil perder una pulsera que una tarjeta. Permite, además, la identificación de forma cómoda y segura.
Características de las pulseras de silicona
Estas pulseras de proximidad RFID, fabricadas en silicona, son sumergibles y muy resistentes.
El diámetro interior más común es de 62 y 65mm.
Los modelos, disponibles en una gama muy amplia de colores, son muy variados:
- Pulsera redonda estrecha o más ancha.
- Pulsera plana.
- Con correa de reloj para ajustarlo a cualquier muñeca.
Todos los modelos se pueden personalizar con el nombre de la urbanización o logo de la empresa.
¿Cómo funcionan?
Para empezar, las pulseras deben darse de alta en el sistema de identificación y control de acceso. Una vez registradas, lo único que debe hacer cada usuario para que funcionen es pasar su correspondiente pulsera por delante del lector de proximidad para que el sistema lo reconozca y le dé acceso al torno o dispositivo de control que tenga cada lugar.
Las pulseras son reutilizables y se pueden dar de baja una vez terminado el tiempo de uso, tal como sucede en recintos como los parques acuáticos. Y en las urbanizaciones se pueden dar de baja las pulseras de los vecinos morosos para impedir su acceso hasta que hagan frente a sus deudas con la comunidad.
Para más información sobre pulseras de silicona y otros sistemas de control de acceso de iGlobalCard, puedes mandar un correo a info@iglobalcard.es o llamar al teléfono 965 832 306.